Y el 18 de Noviembre, por fin, se inauguró nuestro proyecto. Fue como el parto de un largo y duro embarazo. No pudimos estar todos, algunos trabajaban o estudiaban, pero hubo una gran representación. Los nervios estaban a flor de piel, y a pesar de no asistir ni el alcalde ni el rector magnífico (jejeje), estuvieron los de la bienal, los de la universidad, los de la facultad, y sobre todo nuestras familias y nuestros amigos, que eran los que a nosotros nos importaban.
Algunos medios de comunicación, y sobre todo la gente, la que había estado pasando casi a diario por allí, viendo el montaje, preguntando por la instalación, asombrándose por la cantidad de botellas, o quejándose porque habíamos cortado la acera.
Y nosotros, llenos de ilusión y orgullo. Un gran día.
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