Y por fin nos trasladamos a la facultad de Bellas Artes. Allí, Miñarro nos ofreció su terraza en la 3ª planta y aquella ha sido la casa para unos cuantos durante varios días. Allí hemos trabajado muy duro, y hemos conseguido culminar todos los cuerpos botelliles de nuestra instalación. Hemos comido muchos bocadillos en aquella terraza, y en la de arriba, la que da al techito de uralita. Nos hemos vestido de zafarrancho para pintar las botellas con spray y hemos cosido a la luz del atardecer sevillano.
Hemos hecho de aquel lugar nuestra base, nuestro hábitat y el lugar de encuentro de este proyecto. Todos los materiales y las botellas nos esperaban cada mañana a que empezase la jornada botellil, y nosotros tan contentos!!!
¡¡¡Viva Fotosintetic!!!
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